viernes, 15 de enero de 2016

Maestros Ascendidos: Las Pinceladas del Alma

Roma,12/2016



Las Pinceladas del Alma.




         Los verdaderos cambios son aquellos que siendo reflejados por el alma, adquieren diferentes matices a lo largo de la vida.

         ¿Quién podría pensar o creer, que será solo a través de las vivencias experimentadas por el alma a través de la materia, que podrán ser realizados los cambios a través de los diferentes matices reflejados afuera?

       La vida se presenta como un cuadro, que siendo llevado a cabo por el alma en la materia, será representado de la mejor manera a través de las múltiples vidas.

       Somos Nosotros Los Maestros Ascendidos los que guiamos las pinceladas a través del conocimiento, pero son ustedes los que realizando las pinceladas finales, los que realmente matizan sus sentimientos a través de las expresiones realizadas por la materia y que representan en lo que a Nosotros se refiere, la gran obra del artista. 



        Son ustedes los que con sus acciones, llenan de matices el cuadro; somos Nosotros los que con Nuestro conocimiento guiamos los pinceles, pero son ustedes los que dan los matices, los que con los múltiples coloridos impregnan los lienzos del destino.



          Ahora Nosotros nos preguntamos: 

      ¿Quién no quiere para si mismo una obra maestra?


       ¿Quién no quiere apreciar la belleza en el canto de los pájaros o el esplendor en una puesta de sol o de una luna llena?


       ¿Quién no quiere navegar por la profundidad de los sentimientos?, pero no de aquellos representados por nuestros miedos sino de aquellos que habiendo sido adquiridos a través del conocimiento, representan notas musicales para el alma.



       ¿Quién no quiere disfrutar del sentimiento obtenido al navegar tranquilo por los diferentes afluentes del alma?

       Aquellos representados por los afluentes que viajan acorde al flujo de la corriente o de las corrientes, que son solo halagos para el alma.




        Para poder comprender lo que aquí se dice debemos de comenzar como siempre por el principio, mas no por el principio de los siglos porque eso implicaría mucho tiempo sino por el principio de aquellos comienzos, de aquellos tiempos en que el alma encontrándose perdida, fue capaz de ver, por primera vez, la luz; reflejada ésta como un espejismo en dicha alma.



        Cuan tranquilo se encuentra aquel ser que habiendo recorrido el camino por tanto tiempo y habiendo sabido escoger aquellos caminos que para la evolución de su alma fueron los más certeros, puede finalmente, deteniendo su recorrido, observar con sorpresa que no habiendo sido en vano el esfuerzo realizado, hoy puede mirar su lienzo finalmente casi terminado.

        Ese ser piensa, siente, ve la vida de otra manera, ya no sueña, ahora plasma en su obra maestra; es el dueño de su destino y está consciente de ello. Trabaja por lo que quiere y ya no se entristece. Sabe a muy ciencia cierta que va por el camino correcto…..

          ¿A quién podría explicar lo que siente? 

        A nadie porque ahora entiende que todos van por caminos diferentes.

        A veces se detiene y observa, va muy adentro... 

           ¿A quién podría importarle lo que siente?
           
            A él por supuesto.

         Por fin ha logrado comprender que es yendo dentro, en donde están las respuestas. 



         Que debe de ser a nosotros a quienes les importemos primero y luego a terceros. 



       Que somos solo nosotros los que con nuestras decisiones podemos seguir los caminos del destino que fueron trazados, también por nosotros, primero.



         Somos nosotros (los que siendo sinceros con nosotros primero) los que podremos enmendar los errores cometidos a lo largo de los múltiples senderos.



          ¿A quién tratamos de engañar cuando no entendemos que somos nosotros los maestros, aquellos que con nuestras pinceladas creamos la obra maestra?




Radmil Mones    

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